miércoles, 2 de diciembre de 2009

Trece lunas y un laberinto


Susurra al oído, dobla la pared,
pinta de violeta lo que no se ve.
Cubre trece lunas, sueña,
duerme en la montaña vieja.

Ah, vi crecer un fuego que se abre solo.
Ah, vi crecer un fuego que se abre al Sol.

Contando las piedras llega,
habla con las flores cerca
besa las palabras sueltas
y mira el horizonte y juega.

Donde el cielo siga en pie
y todo este frio calme
estaré, estaré besando tus días, estaré.





(te acordàs de mi realidad sujeta por los broches? cuantas vueltas que le hizo dar el viento al broche que me sostiene, en este ùltimo tiempo... me mareè, pero este mareo sì me divierte!!!)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hada de la luz y de los charcos, de mis ojos y de mi alma... hoy, observar y leer tus entradas, fue como sentir el agua cayendo en mí otra vez; gracias por la lluvia, de todos los días, de siempre. Con voz me gusta ser charco, sé que podés volver a solidificarme.

:: TE AMO, CON LUZ Y MARIPOSAS QUE SALTAN A LOS LEJOS ::

Anónimo dijo...

Quiero separar este comentario del anterior, porque volvió a aparecer un broche, y desde que vos los trajiste a tu pequeño mundo-blog los miro con otros ojos y soprendentemente les encuentro nuevas formas.
TE AMO MÁS.-