sábado, 29 de agosto de 2009

.manosjuntasmanos.

Voy a pedirte un favor...

...DAME LA MANO Y NO ME SUELTES.

ahora sì, podemos saltar


Sinceramente,
Hace tiempo que nadie
Espera en la vereda de enfrente,
Cruzando el boulevard,
Congelado en la frente.
Aunque me beses la boca no es suficiente.


Recorde todo,
Especialmente el corazon,
El corazon sobre todo.
Todo lo llevo perfecto,
Lo que (aun) no se ha roto...
Guardado aqui adentro en mi pecho izquierdo...
Guardado aqui adentro en costado izquierdo.


Venimos caminando,
Estan proyectando cine.
Estan dando los años locos.

No quiero guardar nada,
No quiero callar mas.
Estan dando los años locos.
No se si podre curarme de esta..
Resulta que no se si podre sanarme de esta.


Me quedan pocas cosas,
Si las enumero sabras que son demasiado pocas...
Demasiadas pocas cosas.


La ventana daba al mar,
Ahora hay tormenta de arena por toda la santa alacena.


No se si podre librarme de esta...
Resulta que no se si podre salvarme de esta.






Para contarte, cantoQuiero que sepasCuánto me haces bienMe haces bienMe haces bienTe quiero de mil modosTe quiero sobre todoMe haces bienMe haces bienMe haces bienBasta ver el reflejo de tus ojos en los míosComo se lleva el fríoPara entenderQue el corazón no mienteQue afortunadamenteMe haces bienMe haces bienMe haces bien.

martes, 25 de agosto de 2009

Con èsta sangre alrededor, no sè què puedo yo mirar...


.no existen las palabras para explicar ciertas cosas
...para explicar ciertas cosas, existe la luz.




.DE LAS VENAS TE SALE HUMO, YA LA SANGRE NO TE CORRE.
que pena, porque las ratas se matan con sal. y en las mìas corre mucha...

sábado, 22 de agosto de 2009






Yo esperaba. Tu esperabas. Ambas esperàbamos.

Al menos eso creo.

Yo esperaba que saliera un duende. No sè vos...pero yo esperaba un duende. Diràn 'muy tìpico: un hongo, un duende', y què? ¡YO LO ESPERABA! esperaba un duende...

Pensaba

que muy probablemente tenga miedo de mì, o del mundo en general.

Suponìa

que su mundo era especial, que su mundo era màgico, que no importaban las cosas que en el nuestro sì. Ellos dedican su tiempo a otras cosas. Tienen valores de otro estilo. Y volvì a pensar... Claro, como para no tener miedo.

Me quedè esperando.

Nunca apareciò. Quizàs tengo que ir a buscarlo (o esperar que salga) a algùn otro lugar. Uno donde se sienta còmodo.

¡¿Dònde està mi duende?!

(Ey! Esperen, ¿què es eso de ahì? ¿què es eso que camina ràpido? ¿o està volando? ¿o saltando?...No, està bailando... ¿Està bailando?...)

jueves, 20 de agosto de 2009

.Homo Videns.
(nunca mejor imaginado)

¿Dònde està Wally?











[Asì como buscamos a Wally escondido por muchos lugares llenos de gente (innecesariamente) y pudimos encontrarlo (y el que no pudo, pobre, los tràumas a las masas que le deben haber quedado) ahora hay que buscar a la chica Roja...]


.Romper hasta la ùltima cadena.

lunes, 17 de agosto de 2009

¿Quièn fue que soñò?

"...Juguemos a que el cristal se hablanda y se vuelve completamente suave, como una gasa; asì sì que podrìamos atravesarlo."



"En un instante, Alicia habìa atravesado el cristal y de un saltito se encontrò en el Cuarto del Espejo."

de una soga





Un broche me mantiene colgada de la Realidad. Veremos que pasa cuando el viento se haga fuerte y mueva con todas sus fuerzas la soga donde se encuentra el broche que me ata a la realidad, y el broche (dèbil) opte por suicidarse y caer al piso, rendido, a merced de una mano que lo recoja...

¡Què tristeza contiene el corazòn de metal del broche que me sostiene! Su destino depende de una mano humana, y mi Realidad?

(ojalà no vuelva.)



(Realidades vecinas, de personas amigas...)

O

Me voy... oxidando...
Como todo,
yo me voy
oxidando.-


jueves, 13 de agosto de 2009

The dark side of the moon, un prisma, colores y esas cosas...Luz.

Todo lo mágico se consuma entre los pliegues fosforescentes de la luz. Una vez que un segundo es atravesado por un haz, nada podrá evitar que la magia se abra lugar. Existen múltiples y muy diversos tipos de luz: está la luz de los cuerpos, la de la voz, la luz de las miradas, la de los sonidos, la luz del alma y, la más importante, la luz del Sol. A decir verdad pueden encontrarse tantos tipos de luz como prismas haya en esta ú otra realidad. Porque el requisito para ser LUZ es poder proyectar todos los colores en su más pura intensidad. Y cada una de las variantes luminosas que antes me atreví a nombrar responden, a su modo, a esta característica tan especial (pero eso es algo personal, cada cual le encuentra sentido a lo que digo, así como también lo puede desechar). Ahora que ya dejé esto en claro, puedo comenzar.
Hoy, mientras miraba el cielo desde mi ventana, algo dentro de mí comenzó a girar. Giraba de manera violenta, casi caótica, por todos los rincones de mi boca.
Parecía que una o más palabras pugnaban por salir, sin embargo ese aire embarullado se escondía debajo de mi lengua justo cuando creía que encima de mi voz se iría a subir. Así transcurrieron algunos minutos, durante los cuales el Sol se estiró a sus anchas y desplazó a toda nube que encontró; seguía sin entender nada de lo que pasaba, pero de todos modos, inmóvil, esperaba. Tenía la esperanza de que aquella frase que se estaba forjando dentro mío (porque a esa altura no me cabía la menor duda de que eran varias palabras) iba a detener la caída, mí caída, la caída de todas mis luces. Tenía las manos empapadas de lágrimas, no me alcanzaba la piel para absorber tanta agua, me invadía un miedo absurdo a que todo se inundara; comenzaron los espasmos y para ese entonces ya sentía los pies increíblemente mojados.
De pronto entró a la habitación una ráfaga de viento con olor a lluvia (mezcla de pasto húmedo, asfalto mojado y tierra regada), dentro de mi boca se produjo una implosión que supuse producto de la frase replegada en algún hueco de ella.
La lluvia… amiga de los charcos y de mi pelo, de los ríos y de mis ojos, de las lagunas y de mis manos, del mar y de mi boca. Una vez más llegaba hasta mí para renovar mis energías, para hacer estallar todas las impurezas y empaparme de entusiasmo; entusiasmo de vivir, ganas de reírme, de correr, de saltar, de… ¡GRITAR! Y en ese preciso momento de mi reflexión, la frase, que ya se me había hecho familiar, decidió hacerle frente al vacío. Se introdujo en un recoveco de mi voz y exclamó: “QUIERO PODER PEDIR UNA PORCIÓN DE SOL”. Abrí los ojos, sentí el calor reconfortante de las sábanas. Me di vuelta hacia el otro lado y sonreí al ver tus ojos aún cerrados, el Sol radiante detrás de la ventana; reventé la frágil burbuja de sueño que te circundaba y me diste los buenos días en la misma dulce proporción de todas las mañanas.

MariposaCòsmica.-

She's got a ticket to ride, but she don't care...



Ver en los ojos
de esa mirada aturdida
Ver en los ojos
de esa mirada perdida entre las memorias de tu mente y de tu alma, que se pierde en mi mirada, en el espacio que te abarca, en los ojos que te miran...
Ver en tus ojos.-

miércoles, 12 de agosto de 2009

¡Ardimos!

Una vez me pediste el Sol. Esa misma vez te lo negué rotundamente; te dije que era imposible, que eNe y que O. Sin embargo ahora que estás tan lejos y tengo tanto frío, volví a pensar en ello y hasta me aventuré a idear la forma de alcanzarlo. Es que…
Es muy larga la ausencia, se me enrolla en los pies, me ata las manos, inmoviliza mis brazos; ¡tengo tanto miedo de que un día arremeta contra mi cuello! Es por eso que hoy fui a la playa a ver el amanecer; es por eso que me sumergí en el mar y resolví nadar… nadar.
Cada brazada me acercaba más a mi destino, pero directamente proporcional eran el frío y el vacío en el pecho… y ese frío. Detenerme no estaba en mis planes, así que seguí mar adentro, sin pensar en vos ni en el tiempo. Mi mente rabiosamente en blanco; mi corazón ardiendo, consumiéndose entre retazos de fuego. Tenía la mirada clavada en el horizonte, tenía que llegar, hasta entonces no iba a parar.
Luego de algún tiempo (quizás fueron sólo unos minutos, pero sospecho que fueron años) logré mi objetivo y percibí cómo el mar y el cielo se juntaban en una línea infinita. Sobrevino en mí un impulso superior, enfilé hacia el Sol. Aún se hallaba allí, sumergido en el inmenso cántaro de espuma y de sal.
No lo dudé ni por un instante, ahuequé mis manos y tomé de él una esfera pequeña. En esa mínima circunferencia se alborotaba todo el fuego del mundo, toda la luz, todo el calor, era un esférico instante de eternidad. Entonces entendí mejor tu pedido, me di cuenta de tu deseo implícito de despojar a la finitud de todas sus ropas y vestirla de SIEMPRES.
La coloqué dentro de un caracol sin dueño y emprendí el camino de regreso con una inusitada energía, más revitalizante de la que puedas imaginar. Me movilizaba la idea perfecta de poder regalarte al fin eso que una vez, mucho tiempo atrás, habías demandado.
Llegué a la orilla cuando ya el Sol había subido hasta el escalón más alto del radiante cielo. Me recosté en la arena, me dispuse a observar ese espectáculo natural y a disfrutar la satisfacción de tener en mis manos un pedazo de Sol, dentro de un caracol.
Volví a mi casa y te llamé, te sorprendiste, pero se notó que te alegrabas de oírme también. Mayor aún fue tu desconcierto cuando te dije que viajaba en dos horas para allá, que me esperaras en ese bar de siempre, el de la terminal. Accediste luego de pensarlo unos once segundos, hasta me dijiste ‘Gracias’ antes de cortar.
El viaje fue placentero, no podía disimular mi felicidad; la sonrisa pugnaba por salir desde tan hondo y con tanta fuerza que era imposible reprimirla. Mis ojos brillaban, bailaban, las pupilas dilatadas y sentía una extraña excitación por cada pequeña o gran cosa que se posaba en mi campo visual. En sólo tres horas llegué a la terminal, a la de tu lugar, a la otra que no era la que estaba cerca de casa, a esta que era tan luminosa y olía a madreselva; como te digo siempre, cerca de mi casa hay una terminal desolada y triste, que me aparta de vos, que se burla de la distancia, que huele a asfalto recalentado. Pero ahora estaba cerca tuyo, ahora…
Te vi sentada en la mesa que daba a la ventana. Tenías el pelo más corto, dos hebillas (que luego aprecié, tenían franjas de varios colores) sujetaban tu pelo a ambos lados. Estabas hermosa con ese sweater lila y el pantalón rayado, creo que siempre sospechaste que era mi conjunto favorito.
Apartaste la mirada de tu lectura y tus ojos dieron de lleno con los míos. Un extraño escalofrío recorrió todo mi cuerpo, pero pude contener el impulso y levantar mi mano derecha para hacer un gesto de saludo. Me acerqué y te di un beso en la mejilla que hubiera querido durara horas y horas, pero sólo obtuve el contacto con tu piel por breves instantes. Me miraste de lleno nuevamente, con esa mirada entre curiosa e inquisidora que tanto me divierte, así que para no prolongar tu desconcierto, empecé el relato.
A medida que hilaba las palabras, más indefensa quedabas, propensa a caer en el telar de mi voz. Terminé de hablar y para ese entonces ya estabas completamente enredada. Tus labios se abrieron en vano, no pudiste articular palabra. Yo te pregunté si tenías novio o algún compromiso con alguien más, me dijiste que no en un leve susurro. Sin más te besé y mientras volvía a reconocer tu boca, sintiendo cada segundo como un giro perfecto de amor y de tiempo, coloqué en tus manos una porción de Sol.
MariposaCòsmica.-

lunes, 10 de agosto de 2009


Ardimos, ardimos
varias noches, dìas màs
Ardimos, ardimos.



Lloramos, caimos
varias noches, dìas màs
Perdimos, lloramos.




Bailamos, bailamos
varias noches, dìas màs
Bailemos, bailemos hoy.

Sólo sé,
recuerdas,
recuerdos
que queman.





Sólo sé que me enamoré,
sólo sé que así llegué.










domingo, 9 de agosto de 2009

¿Quièn relata este final?


La besè en los ojos y le dije adiòs.
Vi reflejada en su mirada la tristeza metafìsica que me embargaba. Bien sabìa yo que mi amor habìa calado hondo en su alma, corrompiendo a travès de los dìas y años hasta sus màs profundos y ocultos reductos de felicidad. Esos ojos ya no eran suyos… como todo su cuerpo. Ahora eran simples espejos de mi egoìsmo, de la malicia con que, desde el primer beso, había trabajado todo su ser.

jueves, 6 de agosto de 2009



En Parìs todo le era Buenos Aires y viceversa.

domingo, 2 de agosto de 2009



Nos viene a contar una historia de vuelos pasados...

Viene a comer la comida que tengo en mi mano...
Pero no se anima.-

(Prefiere contar historias en vez de arriesgarse...)

sábado, 1 de agosto de 2009

A esos hombres tristes...


Me regalaste una flor amarilla y la reguè con cenizas (no fue intencional).
Ambos sabiamos què simbolizaban esas cenizas, y sin embargo...
Me regalaron una flor amarilla y la reguè con cenizas, negras las cenizas, cenizas de dolor.
Todos sabiamos què simbolizaban esas cenizas (negras), pero sin embargo acà estoy... escribiendo esto, tragando fuerte una vez màs, respirando profundo nuevamente, evitando las cenizas (negras las cenizas, cenizas de dolor).-