lunes, 23 de noviembre de 2009

Sí, la vi, y se quemó.

No quería contar esto, simplemente me salió en vez de hablar de lo que me está pasando.
Pensé en muchas formas de decirlo (digo... esto, lo que me está pasando), de las cuales ahora no me acuerdo ninguna. Supongo que mi falta de memoria se debe a que ninguna de todas esas maneras de contar la misma cosa me había
llenado completamente, de lo contrario me acordaría hasta el más mínimo detalle...creo.



Pero ahora ese fuego que me está ardiendo. Me arde en los ojos, en la panza, en la parte izquierda, en las ideas, en las manos, en los pies (y no me deja caminar). Tengo que cubrirme, quiero ver de dónde proviene, pero tengo que cubrirme. No aguanto el misterio, quiero ver...
Algunas veces me animo, y pispeo por entre los dedos de la mano que cubre mi cara (mis dedos o dedos ajenos) pero siento un calor tan fuerte que instantáneamente necesito tirarme al mar... y nadar, nadar, nadar.
Igual, ahora estoy un poco más acostumbrada, simplemente me hago la que miro para otro lado y pongo cara de dolor, porque lo siento... Pero el dolor no deriva del calor, deriva del miedo que me da que me de miedo no poder mirar de dónde sale ese maldito calor hijo de puta.

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