sábado, 22 de agosto de 2009






Yo esperaba. Tu esperabas. Ambas esperàbamos.

Al menos eso creo.

Yo esperaba que saliera un duende. No sè vos...pero yo esperaba un duende. Diràn 'muy tìpico: un hongo, un duende', y què? ¡YO LO ESPERABA! esperaba un duende...

Pensaba

que muy probablemente tenga miedo de mì, o del mundo en general.

Suponìa

que su mundo era especial, que su mundo era màgico, que no importaban las cosas que en el nuestro sì. Ellos dedican su tiempo a otras cosas. Tienen valores de otro estilo. Y volvì a pensar... Claro, como para no tener miedo.

Me quedè esperando.

Nunca apareciò. Quizàs tengo que ir a buscarlo (o esperar que salga) a algùn otro lugar. Uno donde se sienta còmodo.

¡¿Dònde està mi duende?!

(Ey! Esperen, ¿què es eso de ahì? ¿què es eso que camina ràpido? ¿o està volando? ¿o saltando?...No, està bailando... ¿Està bailando?...)

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