viernes, 25 de diciembre de 2009

De la noche de ayer...








Quemarse... vivo?
Digo, que estès en tu casa y se prende fuego , por ejemplo, y estàs adentro y te morìs con el fuego (o de mirar al Sol salir)...
Quemarse blanco, quedàs blanco... al principio, blanco como la braza; despuès la carne, carne viva, carne sangre, sangre roja, quedàs rojo como el fuego. Primero la braza, despuès el fuego... sos braza y sos fuego.
Pensas en el dolor? No, ahora no. Pienso en los colores, en las etapas, en la braza y en el fuego. Morirse por el fuego no suena tan mal, AHORA. Cuando pensaba en el dolor... en ese momento sì sonaba mal. Pero ahora que la braza y el fuego... En què pensàs?!

Voy a otra cosa...

Por un momento me confundì, pero fue una terrible confusiòn. No sabìa si el personaje de la ficciòn o el de la vida real; no sabìa cuàl se comìa a cual. De què habìa hambre? Lo peor es que creo que de ambos... DE ahì lo terrible, de ahì la confusiòn... yo no sè.
Me acercaba al papel y me hundìa en la oscuridad.
El fuego me està matando, me està comiendo la cabeza.
Ahora sale el Sol. Cantan... las aves, el mar y los chicos.
Y era como que yo ganaba la batalla hasta ese momento. Pero despuès venìa èl, tan poderoso... y yo no era nada, no formaba parte de ningùn ejèrcito, y retrocedìa. Contaba los pasos que hacìa hacia atràs. Su espuma me tocaba y yo me derretìa, me hacìa agua; y nos fundìamos en un mismo material. Fuimos homogèneos. Todo en un instante.
Està Hendrix tocando en el fuego, arriba del ladrillo...
...Y se me dificulta leer, y pensar en lo que leo, mientras escucho a los chicos tocar, pero leo igual... Era como que derepente podìa sacar , de un lìquido, cada uno de mis pensamientos; eran como pequeñas brechas de luz y los sacaba con una barita màgica.
Un frìo como el agua, seco... eso sentì.
No paro de pensar en boludeces, causa gracia, jà!

13- TUVE QUE DEJAR PORQUE ME HACÌA MAL.

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