Abstracciòn al dibujo.-

Trazos finos, medianos y gruesos; líneas curvas, quebradas y rectas que se deslizan lentamente por la pálida hoja de papel.
Colores oscuros que tiñen de angustia el espectáculo que dan los puntos, ahora inmóviles formando este dibujo.
La embriaguez de las formas que componen el garabato abre súbitamente las puertas de mi percepción. El lente de mi mente se ajusta y logra ver con un poco más de claridad la realidad en que existo; las nubes son violetas, el cielo verde, mis manos son transparentes, mi alma es luz y mi corazón posee alas.
Mi conciencia, perturbada por la confusión entre la vieja y la nueva mirada de las cosas, toma entre sus manos al tiempo y asfixia un segundo. Luego arremete contra un minuto y le quiebra el cuello. Por último, se ve cara a cara con una hora; ésta le sonríe, sabe que es invencible.
Desesperada, mi conciencia salta al vacío. Mientras cae brotan lágrimas de mis ojos, que quieren abandonar mis mejillas en busca de luz; se trasladan, pero les es muy difícil lograrlo. Exhaustas, entran en mi boca haciéndome sentir un intenso gusto a sal.
A lo lejos se oye un ruido. Estalla una luz. Llueve a cántaros. El mundo ríe.

MariposaCòsimica